martes, octubre 24, 2006

PILAR. Informe. Transporte público, un servicio que crece... a paso de tortuga


PILAR, Octubre 24, (PUNTO CERO) Entre 2003 y 2005 los boletos vendidos crecieron un 60%, pero las unidades usadas apenas un 32%. Actualmente para más de 12 millones de pasajeros anuales hay 5 líneas y 83 unidades. Buscan crear más recorridos y sumar más colectivos.
Juan alzó su mochila y se abalanzó sobre el colectivo. Llegaba tarde a la escuela porque la unidad se había demorado más de lo debido y no había más chances. O tomaba este o se volvía a casa. Simple. A los empujones logró hacerse sentir y a puro codazo trepó hasta al lado de la máquina expendedora. Metió la mano en el bolsillo y por un momento pensó que la había perdido. Pero entre semillas de girasol y viejos envoltorios de caramelos masticables estaba la menonita de 10 centavos. Arriba del colectivo había mucha gente. Abajo muchas más pugnaban por subir. “Un escolar”, dijo Juan, mientras soltaba un largo suspiro de alivio. “La credencial”, pidió mecánicamente el chofer. Juan sólo atinó a mirarlo y también se miró a sí mismo. ¿Un derruido guardapolvo que alguna vez fue blanco y que ahora estaba salpicado de manchas de tinta, tierra y hasta chocolate acaso no alcanzaba? El conductor repitió. El niño buscó con sus ojos alguna mirada que lo socorra. Alguien que se ponga de su lado. Nadie dijo nada. “Si no la tenés bajate, dale que hay mucha gente”, repitió el colectivero. Más que una voz parecía una grabación. Casi no se le movía un músculo cuando hablaba. Y Juan se bajó.
Juan fue uno de los niños que a principios de año sufrió en carne propia un mal endémico que tiene Pilar. Ante la creciente demanda que se registró en el transporte público comunal, y esto es cierto, algunas empresas buscaban cualquier excusa para no levar a los escolares, “porque los mayores pagan más y no hay lugar para todos”. Ante el vendaval de quejas que comenzaron a llover sin pausa, el gobierno tuvo que convocar a las empresas díscolas y las obligó a rediagramar varios servicios o a desdoblar otros recorridos para hacerlos más eficientes.
Y aunque es cierto que desde el gobierno local se ha logrado torcerle el brazo a algunos rebeldes que no entienden que más allá de una empresa hay detrás un servicio público clave, que lleva a la gente a estudiar y trabajar, lo cierto es que aún hay mucho por mejorar.
Siempre desde atrás, las empresas comunales, unas cinco líneas que surcan apenas una pequeña porción del partido, no han sabido ajustarse al crecimiento poblacional y a la consiguiente demanda que en materia de transporte se registra en Pilar. Como ejemplo, tan sólo alcanza con remitirse a los números. Según números oficiales, entre el 2003 y el 2005 la cantidad de boletos vendidos ascendió un 60% —de 7.523.107 se fue a 11.923.489—, mientras que la cantidad de unidades apenas trepó un 32%. Hace tres años se usaban 63 colectivos, mientras que en el 2005 llegaron a usarse 83. Poco para una población que crece a pasos agigantados y sobre todo en un distrito que, por características de producción económica y extensión, necesita del servicio de transporte público casi como el aire.

Medidas
Ante esta realidad, el gobierno se vio obligado a rediagramar los recorridos con las empresas, y a instar a algunas a que renueven el parque automotor y acorten la frecuencia. Ocurrió con la 501, la 510, 520 y 510.
“Hemos tenido un crecimiento poblacional importante, la gente ha conseguido trabajo de nuevo y todo comienza a reactivarse. Y muestra de esto es el uso del transporte público de pasajeros, que inevitablemente debe ajustarse a las necesidades de la gente”, explicó a Pilar de Todos Pablo Martínez, Sub Secretario de Transporte y uno de los hombres encargados de rediagramar el obsoleto recorrido que trazaban las líneas en Pilar.
Es por eso que el gobierno se las ha tenido que ingeniar para que con la misma cantidad de líneas, y un poco más de unidades la demanda se satisfaga de la mejor manera, aunque admiten que “lo ideal” sería contar con al menos 100 unidades, número que, aseguran, alcanzarán en los próximos meses.
“Se necesitarían para que la gente viaje tranquila unas 100 unidades, pero hay algunas que están a punto de habilitarse y falta el alta para que comiencen a funcionar, así que estaremos llegando cerca de ese techo en los próximos meses”, adelantó Martínez.
Además de los reajustes permanentes que se hacen sobre el servicio, desde el gobierno buscan apurar dos recorridos que hoy no están siendo cubiertos por ninguna empresa y son considerados clave. Uno es el frustrado intento de contar con una línea que una Pilar con Manzone y Astolfi, por la renovada calle Guido, y la otra es la también trunca posibilidad de que una línea local una Villa Rosa con Del Viso.
“Estamos trabajando en ambos recorridos para darle solución a la gente. Si alguien de Villa Rosa quiere ir al hospital de Del Viso tiene que dar una vuelta muy larga, y apuntamos a corregir estas cosas y a mejorar los servicios”, expuso el funcionario.
Actualmente todas las líneas tiene otorgados los pisos por licitación —la última en conseguirlo fue la 501—, y sólo Ruta Bus, que tiene en sus manos los pisos de la desaparecida San José, tiene autorización precaria, ya que no cumplimentó con todos los requisitos para quedarse con los recorridos.
Meses atrás, un informe de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires daba cuenta que los colectivos en la Capital tenían una antigüedad de casi 10 años, lo que encendió la luz de alarma por aquellos lados. En Pilar, como en toda la provincia, las unidades pueden tener hasta 20 años, límite al que ya están acercándose varias de las unidades que todos los días cargan bien apretaditos a los sufridos pilarenses.

Radiografía
2003
Líneas: 5. Unidades: 63. Boletos vendidos: 6.982.084. Escolares: 541.023. Total pasajeros: 7.523.107.

2004
Líneas: 5. Unidades: 65. Boletos vendidos: 9.576.603. Escolares: 708.807. Total pasajeros: 10.285.410.

2005Líneas: 5. Unidades: 83. Boletos vendidos: 11.115.547. Escolares: 807.942. Total pasajeros: 11.923.489. (PUNTO CERO).

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