miércoles, julio 11, 2007

EL ESCÁNDALO PICOLOTTI. CARPINETTI Y LA PUJA DE LOS FERNÁNDEZ. Por Por Nicolás Fiorentino


BUENOS AIRES, Julio 11, (PUNTO CERO-La Política OnLine) "El informe partió de una extensa carpeta de Bruno Carpinetti, un funcionario al que (Romina) Picolotti le pidió la renuncia", señaló el jefe de Gabinete Alberto Fernández para explicar el origen de los datos que dieron forma a la nota de Clarín que demolió a la funcionaria.

Así, incapaz de abandonar su lógica de "carpetista", el jefe de Gabinete eludió hablar sobre el fondo del asunto –esto es un funcionario sospechado de manejar irregularmente fondos públicos-, y prefirió concentrarse en la tarea policial de buscar la fuente de la filtración, que en este caso se trata de un hombre vinculado al ministro del Interior Aníbal Fernández.

Según explicaron fuentes de Medio Ambiente a La Política Online, Carpinetti es un funcionario muy cercano a Aníbal Fernández, que lejos de ser un papelón, era el único hombre de carrera que logró trabajar con Picolotti, una funcionaria protegida del jefe de Gabinete, que llegó al cargo como una "estrella" del asambleismo contra las papeleras, y por lo que se va camino de terminar estrellada en otro sonoro fracaso de la "nueva política".

La relación entre Carpinetti y Picolotti nunca fue buena y no sólo porque tenían distintos padrinos políticos. Ahora se supo que esta funcionaria tenía una particular aficción por trabajar con amigos y parientes. Como sea este funcionario tuvo que dejar su cargo en marzo de este año.

"Carpinetti viene del PJ bonaerense, de las líneas de Aníbal" explicó un ex empleado de la Secretaría de Medio Ambiente, en referencia al hombre que ocupó la estratégica Subsecretaria de Coordinación de Políticas Ambientales.

Justamente Carpinetti salió hoy vía mail a desligarse de las acusaciones del jefe de Gabinete. La Política Online recibió su descargo público, en el cual lo cruza con vehemencia, señalando que si bien no comulgaba "con sus ideas –las de Picolotti- sobre el Estado" no le consta "la comisión de ningún delito" de la funcionaria, ya que en caso de haber tenido conocimiento del mismo lo hubiera denunciado a la Justicia. Asimismo, niega haber sido la fuente de cualquier investigación o "carpeta", como la que nombró Alberto.

También agrega carpinetti que renunció a su cargo "movido por profundas diferencias de concepción política con la señora secretaria", desmintiendo al jefe de ministros, quien aseguró que se le había pedido la renuncia.

Sin embargo, voces internas de la Secretaría opinaron directamente lo contrario. "A Carpinetti lo echaron porque era hombre de Aníbal, y Picolotti es 100 por ciento albertista, no se lo bancaba". Además, las fuentes gregaron casi entre risas, que "acá adentro parece que fuese una oficina de Córdoba", creando una humorada en relación a la designación de familiares de la cordobesa funcionaria.

Las fuentes insisten en señalar que el jefe de Gabinete, está bien rumbeado en sus sospechas y agregan datos: "Cuando se fue, en marzo, comenzó a trabajar con toda la información que él tenía en una carpeta. La trabajó con otra ex empleada de la Secretaría, una contadora de apellido Báez", expresó el vocero, en incuestionable off the record.

Al parecer, Carpinetti y Báez –quien habría sido echada de su puesto algunos meses antes que el ex funcionario- manejaban información crítica sobre los turbios gastos que se hicieron públicos este fin de semana. Pero nada de esto puede comprobarse, y en todo caso lo verdaderamente importante es si se cometieron o no ilícitos y no quien originó la información. Es comprensible, conociendo al kirchnerismo, que un funcionario tenga miedo de ir a la justicia a denunciar a sus jefes.

La extraña postura del "carpetista" Alberto

Tras publicarse las irregularidades en las que aparentemente habría incurrido la secretaria de Medio Ambiente, su padrino político, Alberto Fernández, adoptó una postura cuanto menos extraña.

En lugar de salir a defender públicamente a Picolotti o a avanzar en una profundización de la denuncia del matutino porteño, eligió irse por una tangente: la búsqueda de responsables en la filtración de información. Con esto, además, sacó a relucir su perfil de "carpetista", algo que ya había hecho cuando utilizó el Congreso de la Nación para denunciar supuestas facturas truchas entre el gobierno de la Ciudad y la firma Sol Group.

Por esto, incurrió rápidamente en la "carpeta" de Carpinetti, que si bien fuentes cercanas aseguran que existe, el mismo Alberto reconoce que "algunas cuestiones, como las designaciones que se denuncian, son ciertas, pero muchas tienen una mala intencionalidad". Ahora bien, esto demuestra que Alberto no sólo sabía de los extraños nombramientos de familiares de Picolotti y nunca lo informó, sino que además aprueba este tipo de funcionamientos.

Vale la pena recordar que ni bien asumió Picolotti –impuesta en su cargo por el propio jefe de ministros- Alberto ordenó el traspaso de la secretaria de Medio Ambiente a la órbita de la jefatura de Gabinete. Hasta ahí, había actuado a la sombra del ministerio de Salud.

Sobre su protegida, sólo dijo que le pedirá explicaciones sobre los puntos en cuestión, y que "lo que presenta Carpinetti tiene muy mala intencionalidad, porque saca a relucir algunas cosas que son verdad, y otras que están exageradas y no son como se las plantea". Esto significa que, si Picolotti todavía no entregó los informes que Alberto dice se le solicitaron, él sabía de las "verdades" que publicó Clarín desde antes.

Para peor, algunas fuentes fueron un poco más allá: "lógicamente, Alberto no va a atacar de frente a Picolotti. Si habría sido desde lo más alto del gobierno que le recomendaron mover dinero a través de ArgenINTA y las fundaciones". (PUNTO CERO-La Política OnLine).

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