BUENOS AIRES, Mayo 23, (PUNTO CERO) Según una denuncia de la Asociación de Docentes de Enseñanza Media y Superior (Ademys), con Mauricio Macri los docentes deben facturar por su trabajo. Dicen que el jefe de Gobierno no sólo no regulariza a los ya precarizados, sino que crea una nueva figura contractual, según la cual los docentes deben facturar.
De esta manera, el Estatuto del Docente corre el riesgo de desaparecer.
Los docentes advierten que, lentamente desde 1991, las diferentes gestiones de gobierno fueron violando esta Ley. Primero crearon las Plantas Transitorias Docentes, que son contratos que se renuevan año a año y los docentes que están en esta Planta pueden ser cesanteados por la sola decisión del funcionario de turno.
Otra modalidad es emplear docentes fuera del Estatuto, cuya relación laboral está regida por la Ley de Empleo Público, que no reconoce muchos de los beneficios de los trabajadores de educación.
Pero ahora, denuncian que Macri profundiza esta violación al Estatuto empleando a docentes a través de una modalidad contractual llamada "locación de servicio", que no es más que pedirle a los docentes que facturen por el trabajo realizado, sin ningún beneficio social, ni aportes jubilatorios, ni reconocimiento de días por enfermedad, ni obra social.
Además los obligan a firmar un contrato por el cual los trabajadores aceptan no tener ninguna relación laboral con el Gobierno de la Ciudad. Esta figura contractual se aplica en aquellas actividades en las que se contratan servicios para tareas eventuales.
En cambio, en este caso, los docentes trabajan para el Gobierno de la Ciudad 8 horas diarias de lunes a viernes, y sus tareas son de carácter permanente.
Incluso, los docentes señalan que hay antecedentes en los que jueces de la Ciudad de Buenos Aires ya reconocieron esta relación laboral como estable, por lo que esta manera de emplear a los trabajadores es ilegal.
Para colmo, esto se ve agravado por el hecho de que los docentes que están trabajando hace años por fuera del Estatuto del Docente presentaron al Gobierno de la Ciudad varias propuestas para regularizar su situación.
De esta manera, el Estatuto del Docente corre el riesgo de desaparecer.
Los docentes advierten que, lentamente desde 1991, las diferentes gestiones de gobierno fueron violando esta Ley. Primero crearon las Plantas Transitorias Docentes, que son contratos que se renuevan año a año y los docentes que están en esta Planta pueden ser cesanteados por la sola decisión del funcionario de turno.
Otra modalidad es emplear docentes fuera del Estatuto, cuya relación laboral está regida por la Ley de Empleo Público, que no reconoce muchos de los beneficios de los trabajadores de educación.
Pero ahora, denuncian que Macri profundiza esta violación al Estatuto empleando a docentes a través de una modalidad contractual llamada "locación de servicio", que no es más que pedirle a los docentes que facturen por el trabajo realizado, sin ningún beneficio social, ni aportes jubilatorios, ni reconocimiento de días por enfermedad, ni obra social.
Además los obligan a firmar un contrato por el cual los trabajadores aceptan no tener ninguna relación laboral con el Gobierno de la Ciudad. Esta figura contractual se aplica en aquellas actividades en las que se contratan servicios para tareas eventuales.
En cambio, en este caso, los docentes trabajan para el Gobierno de la Ciudad 8 horas diarias de lunes a viernes, y sus tareas son de carácter permanente.
Incluso, los docentes señalan que hay antecedentes en los que jueces de la Ciudad de Buenos Aires ya reconocieron esta relación laboral como estable, por lo que esta manera de emplear a los trabajadores es ilegal.
Para colmo, esto se ve agravado por el hecho de que los docentes que están trabajando hace años por fuera del Estatuto del Docente presentaron al Gobierno de la Ciudad varias propuestas para regularizar su situación.
Y luego de más de un mes sin respuesta, observan atónitos que no sólo no regularizan a los que ya están en una situación precaria, sino que incluso emplean a docentes con condiciones contractuales mucho más leoninas. (PUNTO CERO).
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