viernes, mayo 23, 2008

SAN MIGUEL. Una guerra no declarada.


SAN MIGUEL, Mayo 23, (PUNTO CERO-www.aquilanoticia.com) Desde diciembre venimos haciendo notar, en nuestras páginas, que hay sectores del ámbito político de San Miguel que atentan contra el normal desempeño de las instituciones del distrito, desconociendo la autoridad del actual Intendente.
En octubre, por amplia mayoría, el proyecto kirchnerista fue ratificado, el que tuvo su continuidad con Scioli en la Provincia y con De La Torre en el caso de San Miguel.
Estas dos jurisdicciones tuvieron sus inconvenientes propios de los “reacomodamientos” políticos luego del cambio de sus administradores.
Pero a 5 meses de ese cambio en San Miguel continúan ejerciendo cierta política que al vecino, en rigor de verdad, poco le interesa.
Debemos advertir, con la esperanza de que el mensaje llegue a los oídos adecuados que, de continuar profundizándose este “mar de fondo” se atentará contra la gobernabilidad de un distrito que, aparentemente, apostó al cambio. Hay una guerra no declarada.
Como en todo hogar hay cuestionamientos, diferencias y peleas que se dirimen entre las cuatro paredes que delimitan la casa. Aquí debiera suceder lo mismo. ¿Qué ocurre cuando esas “infidencias” traspasan esa frontera?. Intervienen terceros, la familia entra en una profunda crisis y puede perder el rumbo…
Durante la campaña, quienes hoy están sentados en las bancas del legislativo local, estaban empapados de los problemas de los vecinos. Sus discursos señalaban el mal funcionamiento de los servicios, los problemas urgentes de la inseguridad, la ausencia de bacheos, la gravedad de la situación sanitaria del distrito… Pero la actividad de los mismos hoy reflejan otras cosa. Situaciones que se viven puertas adentro y que ven la luz en discusiones, desaciertos y desinteligencias que a veces, en política, son imperdonables.
Pero en torno, sobre todo (porque tal vez fue o es el detonante de la cuestión) al tratamiento de la Rendición de Cuentas del último año de gestión del Dr. Zilocchi (ver nota aparte) es que comenzaron a profundizarse los corrillos de los pasillos en el Palacio Municipal, pero con mayor persistencia en el Concejo Deliberante.
Es lamentable, pero está marcada la división en las segundas líneas que se identifican con cada uno de los dos líderes en el grupo gobernante de San Miguel. La lucha está entablada, aparentemente, entre los de abajo. Entre laportistas y delatorristas, una situación que puede lograr más que un cambio una desestabilización en la administración, según nuestra opinión, porque ello llevará a perjudicar directamente al vecino y eso es lo peligroso de este entramado de habladurías poco serio que, en algunos casos, alimenta la sed de venta de algunos medios.
Hay reuniones en todos lados y aquí hablamos sin fuentes intermediarias. Los propios cronistas de AQUÍ La Noticia observaron encuentros en cafés céntricos y algunos más “fortuitos” en cuanto “shop” de estación de servicio de la zona se encuentre.
Incluso en una de ellas, tras la aprobación de la rendición de Cuentas del Ejercicio 2007, tal vez por una mala interpretación de lo sugerido por el jefe comunal, se pidió la renuncia del edil Carlos Coronel como Presidente del bloque oficialista y fue duramente cuestionada la Presidencia del H.C.D., también en manos oficialistas. Que estas cuestiones trasciendan a la opinión pública, insistimos, es poco serio.
Pero atentan contra la gobernabilidad de la administración de Joaquín De La Torre que le pone empuje –y tal vez por eso su actual gastritis- y hay que hacer notar que es él quien tiene la autoridad, en estos momentos, en el distrito a la vez que ejerce la conducción del equipo de trabajo.
No puede creerse que ciertas actitudes se desprendan de un “entorno” del Intendente sanmiguelino que convocó una especie de concertación para gobernar San Miguel, relegando de puestos claves a “militantes” que lo acompañaron durante la campaña. Allí hay extrapartidarios, como Tesi o el “indio”, Enrique Emiliani, entre otros que, por estas horas, son cuestionados.
Pero el que tiene el poder de prescindir de quienes no estén dentro del proyecto si el desempeño no es el esperado es el propio jefe comunal. De La Torre es quien tiene “la lapicera”. Y no otros.
El voto del vecino buscó asegurar la continuidad del proyecto Nacional en San Miguel, y ese es el actual “proyecto” y allí deben definirse quienes estén en el equipo de De La Torre, fue lo que aseguraron en campaña que iban a defender cambiando el estilo de gestión. Algo que los contribuyentes esperan, expectantes, porque lo demás no les interesa y para quienes ese sector de la política sanmigelina está en otra cosa.

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