jueves, mayo 22, 2008

Tribuna de Opinión: Conciliación obligatoria. Por Gabriel Russo

BUENOS AIRES, Mayo 22, (PUNTO CERO) Esta vez el campo observó las encuestas, calló sus mediáticos protagonistas e hice un alto en el camino. El diálogo volvió a la mesa de la actualidad argentina. Luego del último mensaje presidencial las entidades en conflicto recibieron el guante. Todos sus miembros estudiaban la posibilidad de retornar al camino del diálogo. Solicitadas de la industria, de la banca y el pedido eclesiástico llevaban a estas fuerzas al rincón del entendimiento con una nueva Cristina.
Solo las bases de Alfredo De Angelis desbordaban a un conductor que no nació para este menester. A pesar del desencanto de los pequeños productores se llegó a la suspensión del paro. Eso sí no fue ni la iglesia, ni la banca, ni la industria quienes convencieron a los dueños de la vida silvestre de volver a conversar, fue la gente. El 78 por ciento de la opinión pública se había cansado de este congelamiento económico que provocó un sector de la sociedad y le bajó el pulgar.
El comentario general en la calle, en los bares, en los lugares de trabajo cursaban la misma sintonía: “que se sienten y acuerden”.
El país perdió 1018 millones de dólares en reservas, bajó el consumo, el trabajo y solo subió el mal humor. En este punto empezó a volcarse la sociedad a favor de un acuerdo y un nunca más.

NO FUERON LOS UNICOS
En cuanta crónica mediática que aparece un miembro del campo, este se empeña en recalcar todo el trabajo que hace por la sociedad. “Le deben al campo el resurgimiento del país a partir del 2001”, supo decir el hombre del diente. Falacia total.
Si hay un sector que ganó con la devaluación fue el campo. Mientras que el resto de las actividades que ocupaban a los demás argentinos perdieron y mucho. Y no se vio a ninguna federación ni sociedad rural alguna cortar las rutas por tamaña estafa popular.
Históricamente tampoco el campo tuvo un compromiso con la sociedad en su conjunto.
Pasó el rodrigazo, el proceso militar, 30 mil desaparecidos, la venta del patrimonio nacional, la falta de empleo, la carpa docente, la corrupción en su máxima expresión, el corralito, la pesificación asimétrica, los cinco presidentes, los trastornos institucionales y nunca el campo jamás apareció.
Eso sí, se observó a la Sociedad Rural aplaudiendo vistosos uniformes y apareciendo en revistas de fino papel.
Esta vez alcanzó un toque popular pero no bastó. La gente empezó a entender que había también un reclamo político además de económico.
A pesar de los rostros calidos a favor de la protesta campestre la sociedad escuchó a la última Cristina y se pronunció por el acuerdo. Así lo hacia saber casi el 80 por ciento de la opinión pública.

ASOMA EL SOL DEL 25

El 25 de mayo era la fecha programada por Cristina para relanzar su gobierno y comenzar a trabajar en la búsqueda de una imagen perdida. Hoy es la quinta dirigente con buena imagen. Este dato causó conmoción en Olivos y motivó la escasa exposición presidencial.
El 25 también se presentaría un nuevo gabinete. Todo se suspendió por las aventuras campesinas que además fijaron esa fecha para un histórico tractorazo a Rosario. El gobierno k entonces corrió el 25 de mayo para el 9 de julio. Quizás en esta fecha y ya con más aire político Cristina podría comenzar el retorno a la cima política.
El objetivo primordial de la presidente es presentarse ante una sociedad aburrida como una gobernante ejecutiva con iniciativa propia y un entorno más presentable. Con estas características podrá levantar el nivel de adhesión de un pueblo que en estos momentos percibe que Daniel Scioli es el dirigente más confiable y que Cristina ocupa un modesto quinto puesto.
De aquí en más están echadas las cartas. El gobierno debe recuperar confiabilidad y al mismo tiempo contener al campo. Pero hacerlo políticamente porque este ya había diseñado su estrategia con tres candidatos que se vislumbran para el 2011. Mauricio Macri , por derecha, Elisa Carrió por el centro y Víctor De Genaro por izquierda son quienes intentaran recoger el apoyo de este sector para sus futuras campañas.
El gobierno ya lo sabe. También conoce que ninguno posee una estructura que lo pueda conmover, pero también sabe que hay alguien que puede “alquilar” una estructura faltante y determinar el ganador para el 2009, se llama : Eduardo Duhalde.Con estos la carrera al 2009 comenzó. Los k empezaron por anudar una nueva negociación con Clarín al tiempo que seguramente hallarán la solución al último conflicto. Mauricio Macri sigue su camino empeñado en pura y absoluta gestión.
Elisa Carrió continúa la gira para que el interior conozca su apocalíptico discurso. Víctor De Gennaro viaja al exterior y se presenta como el Lula argentino. Y en las sombras, como siempre, Eduardo Duhalde evaluando a quien le presta el poder para volver a protagonizar la historia argentina del segundo bicentenario. (PUNTO CERO).

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