jueves, junio 26, 2008

En Buenos Aires el gas cuesta 10 veces menos que en Salta.

BUENOS AIRES, Junio 26, (PUNTO CERO) Si en la Capital argentina cada hogar paga $ 40 bimestrales por el gas natural que consume, en Salta deben juntarse $ 38 para pagar una garrafa de 10 kilos que sólo alcanza para cocinar y dar calor durante dos semanas.
Pese a que la provincia de Salta es la segunda productora de gas de la Argentina, a sus poblaciones no llega la "garrafa social" de $ 17, que sólo se distribuye en algunos lugares del conurbano bonaerense.
Tanto en Salta como en las provincias del Norte argentino en general, lejos del subsidio que se goza en la Capital Federal, la gente de escasos recursos debe gastar en gas envasado unos $ 70 mensuales.
Pese a que el Norte salteño es cuna de envidiables yacimientos hidrocarburíferos, su gente ve correr los gasoductos hacia el sur sin poder disfrutar de los beneficios del gas natural.
"Aquí tenemos grandes pozos y una refinería que despacha cada día más de 20 millones de metros cúbicos de gas natural hacia las grandes ciudades y que, además, suministra el GLP que se consume en varias provincias. Sin embargo, en la nuestra tenemos alta desocupación y pagamos la garrafa más cara de la región", indicó Mario Corbalán, secretario gremial del sindicato de trabajadores del gas y del petróleo, al diario
El Tribuno desde la localidad de Aguaray. Según explicó, la refinería de Campo Durán se ve obligada por Energía de la Nación a inyectar al gasoducto buena parte del gas que recibe desde los pozos sin ningún procesamiento.
La medida fue dispuesta para cargar más gas natural en las redes que llegan a Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y a otras grandes urbes, pero los gremialistas advirtieron que la menor disponibilidad de GLP (butano y propano) complicará todavía más a las familias que dependen de una garrafa para subsistir.
En la provincia de Salta menos de un 45% de los hogares cuenta con gas natural, es decir que más de la mitad de la población -la que concuerda fundamentalmente con los grupos más carenciados y golpeados por la crisis- depende del gas envasado o de combustibles más precarios.
El escenario abre serios interrogantes no sólo en lo que respecta a los cupos de la llamada garrafa social, sino a toda la oferta del gas envasado en el NOA. (PUNTO CERO).

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