miércoles, marzo 04, 2009

Juzgan a un ex policía por el crimen de un joven en un boliche de Lanús

El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de Lomas de Zamora juzgará a Sergio Aguirre acusado por el crimen de Nélson Farias, el joven de 19 años que asesinado de dos balazos a la salida de una discoteca de Lanús. El imputado estuvo dos años preso acusado del homicidio simple de Farías, pero llega al juicio con prisión domiciliaria, la cual le fue concedida hace seis meses a pedido de su defensa.
Un ex policía bonaerense comenzará a ser juzgado hoy por el crimen de Nelson Farías, un joven de 19 años que en 2006 fue asesinado de dos balazos a la salida de una discoteca en la localidad bonaerense de Lanús. El imputado Sergio Aguirre estuvo dos años preso acusado del homicidio simple de Farías, pero llega al juicio con prisión domiciliaria, la cual le fue concedida hace seis meses a pedido de su defensa, informó su abogado Carlos Pigues.
El debate se iniciará a las 8 en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de Lomas de Zamora, que dispuso que el juicio se realice hoy y el viernes próximo, cuando se podría dar a conocer el veredicto. Con la presencia del fiscal Sebastián Escalera, se leerá la acusación contra el ex policía, que trabajaba en la División Drogas Peligrosas de Lomas de Zamora, y comenzarán las declaraciones de los testigos, entre ellos familiares y amigos de la víctima. Norma Colman, madre de Nelson, relató que el 28 de octubre de 2006 su hijo fue a bailar con su hermano y un grupo de amigos a la discoteca "La Paca", situada en 25 de mayo 538 de Lanús Oeste.
A la salida del local, cerca de las 6, el joven estaba con sus amigos y de repente uno de ellos se burló de otro que tenía barba larga, perteneciente al grupo del policía, y le dijo: "Qué hacés Montecristo?"
Aguirre, que estaba de franco pero llevaba su arma reglamentaria, empezó a insultar al grupo, aparentemente porque se encontraba borracho, aseguró la mujer. Según Colman, Nelson no le dio importancia al hecho, pero "al rato fue a orinar a la vuelta del boliche y ahí el policía lo persiguió y le pegó dos balazos, uno en el abdomen y otro en la cintura para rematarlo".
Al escuchar los disparos, los amigos de Nelson advirtieron que el joven estaba tirado en la vereda y dieron aviso a su familia. "Cuando yo llegué, me contaron que mi hijo se había querido levantar y que unos policías de la comisaría primera o patovicas que estaban ahí le habían pegado una patada en la cabeza", aseguró la madre de la víctima.
Entonces, ella se acercó y el joven, que todavía estaba con vida, le dijo que le dolía la espalda; y cuando le levantó la campera, vio que tenía el agujero de una bala. "Ahí llegó la ambulancia, pero los policías no me dejaron subir y me dijeron que fuera a la comisaría. Yo no les hice caso y me fui al Hospital Evita, pero mi hijo murió casi una hora después", recordó la mujer.
Cuando fue detenido por el hecho, Aguirre argumentó que Farías le había querido robar y le había disparado. Pero según explicó el abogado Pigues, un peritaje efectuado en la causa determinó que el chico nunca había disparado, mientras que un arma que apareció sobre su abdomen aparentemente había sido "plantada" para hacer pasar el hecho como un robo

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