lunes, abril 06, 2009

Olavarria: ¿José senador? Por Marcelo Olivan de Infoeme

(Infoazuldiario). Néstor Kirchner empuja a los intendentes, Eseverri gambetea. Todo indica que Néstor Kirchner tiene tomada la decisión de jugar a fondo el 28 de junio. Si él pone la cara como candidato a diputado nacional, obligará a todos sus mandos territoriales a jugarse enteros.La versión que indica que en las secciones cercanas y en La Plata todos los intendentes serán candidatos es cada vez más fuerte. Como el de Bahía Blanca, el olavarriense no quiere. Y la movida chocaría con serios problemas de sucesión: Alem debería prestarse al juego de ser interino, y renunciar cuando José vuelva, gane o pierda. Todo depende de lo que K esté dispuesto a hacer, y nadie sabe qué decidirá en el tramo final, jugado a vida o muerte.
El problema de las definiciones del tramo final del kirchnerismo es que residen en una sola cabeza, que a medida que pasan los días tiene una única decisión tomada : acelerar, y jugar el todo por el todo. A cara o cruz. A ganar y gobernar sin discusiones o volverse, tras portazo, a Calafate.Si se tiene en cuenta que de ahí para abajo todos están sujetos a esa lógica, puede entenderse que en las secciones y en los distritos nadie diga nada de candidaturas.
No porque no les guste, sino porque saben que en la elección que vienen estarán todos sujetos a una lógica especial : cada cual impondrá (es obvio, partes de su poder y sus aspiraciones); pero lo harán bajo la tutela ( los que estén adentro) de un liderazgo que necesita redoblar todas las apuestas, las actuales y las futuras, para salir indemne y aspirar a la única energía que puede fortalecerlo tras 16 meses consecutivos de lanzar mandobles hacia varios frentes: la de una mayoría inapelable de los votos válidos emitidos el 28 de junio.
Los hechos fortuitos de los días que corren no hacen más que consolidar la sensación de que el bólido K ya está en directa y bajo el pie del hombre fuerte del Estado hay sólo un pedal: el acelerador. El regreso de Julios Cobos al radicalismo, allanado por la muerte de Raúl Alfonsín, convirtió los funerales del ex presidente de la Nación en un acto alejado de las costas oficialistas, en denominación y en estilo, en oportunidad y en mensaje.
Que de allí surja una expresión electoral es otro cantar, pero el kirchnerismo no tolera las sombras, menos cuando las genera su enemigo íntimo dentro de la estructura de Gobierno.De a poco, la prensa (sobre todo la platense), los corrillos mejor informado de la Séptima Sección y los pasillos de La Plata consolidan una misma movida: Néstor Kirchner, si juega a fondo y juega él, va a hacer salir a la cancha (quieran o no) a los intendentes de las ciudades más grandes de cada sección electoral, para que encabecen las listas de legisladores provinciales.
Una prevención : ¿ por qué la mención ``si juega a fondo y juega él´´ ? Porque hay dos modos de ver el anuncio de la candidatura de Néstor Kirchner a primer diputado nacional. Puede que ya tenga decidido jugar la postulación. Pero puede ser también que el anuncio apunte a tener unificada la tropa y evitar todo amague de desbande.
Dos problemas tendrá Kirchner de acá a junio: la discusión creciente sobre el estado de la economía real (que oscilará entre la caída de actividad que ya se insinúa en la Ciudad , de un lado, y un muy favorable posicionamiento de la región sudamericana ante la crisis internacional, que ni siquiera en Europa desmienten, por otro) y las fugas ante la debilidad. Con el anuncio de su candidatura, Kirchner resuelve desde ahora el segundo asunto.
Pero si está decidido a avanzar hasta el final, a los intendentes K de las ciudades más grandes de cada sección electoral les costará mucho desairarlo y seguir recibiendo fondos para obra pública.Medios y corrillos ya han puesto en carrera a los mandatarios (o a apellidos similares) de los distritos de peso a correr : Cristian Breitenstein, intendente de Bahía Blanca en la Sexta Sección. Gabriel Bruera (hermano de Pablo Bruera, intendente de La Plata ) en la octava. Gustavo Pulti, intendente de Mar del Plata, en la quinta. Ariel Franetovich, intendente de Chivilcoy, en la cuarta. Primera y tercera son Conurbano, llenas de caciques, y la regla no funciona. Solo faltarían la segunda y la séptima.
Vayamos a la pregunta: ¿quién es el político con mayor densidad de campaña electoral, más alto perfil en el kirchnerismo ( al punto de ser el único intendente que habló en la Casa Rosada ) y con mayor flujo de fondos de campaña de toda la Séptima Sección Electoral ? Sí: el mismo. José Eseverri.Otra cosa es que acepte, y dentro del Ejecutivo, y a nivel nacional, todos saben que José no quiere beber de esa sopa. Pero la capacidad de resistencia de los intendentes ante el dedazo de Kirchner es limitada. Sobre todo porque no es un dedo cualquiera : es el dedo del banquero que, humedecido en la esponja del mostrador, cuenta billetes de aporte a la campaña mientras espera con todo el tiempo del mundo que del otro lado de la ventanilla caiga el ``sí´´.
Resistencias, hay.
Breitenstein, alcalde de Bahía Blanca, salió a decir que ``no´´ por los medios. Pulti, vecinalista, no ha abierto la boca, y su silencio infla las expectativas. José no quiere. Preferiría apoyar al saladillense Walter Abarca, secretario presidencial, y jugar desde atrás.Pero como en todo armado político, también hay mentideros. Los rumores marcan que el acuerdo para que el Intendente de Olavarría tome licencia, juegue, obtenga por lo menos una de las tres bancas, renuncie y vuelva al Palacio San Martín está más que avanzado. Al menos mentalmente, en la imaginación política, porque en el terreno está más que complicado.
Ese armado, supuesto ( y que para algunos en Olavarría implica apenas un rumor de campaña ), coloca en el segundo lugar de la nómina K al que realmente ocuparía la banca. Y las versiones cuentan que la hiperactividad proselitista del caudillo peronista histórico de la Séptima Sección ; Isidoro Laso, no es pura generosidad: tiene pensado ser el dos de esa lista, el que vaya a la banca.No por nada Laso opera sobre publicaciones provinciales mostrándose como número uno de la lista, con una ligera variante: aspira, con el apoyo del sciolismo al que ingresó vía el jefe de Gabinete Alberto Pérez ( y un aval nunca admitido de José Eseverri ), a ser él o su esposa, Alicia March, quienes secunden a Eseverri, si Kirchner decide que los intendentes jueguen su cabeza en la contienda de 28 de junio.
Pero no solamente José Eseverri no quiere meterse en ese brete, sabedor de que todo el apoyo y la exposición conseguidas pueden dinamitarse ni bien trate de explicarle al electorado de Olavarría que deja la Intendencia.
Sería casi imposible convencer a Julio Alem, sucesor inmediato en caso de una licencia del Intendente por campaña, que se preste a una estrategia diseñada por Néstor Kirchner para que reemplace a José Eseverri por dos meses, pilotee la Ciudad en momentos fieros sin ganar nada y arriesgando mucho, y al final le devuelva el sillón al ex candidato que con suerte, volverá triunfador pero cuestionado por las idas y vueltas.José, aún, no ha dicho que no públicamente. Alem, aún, no ha dicho lo que piensa sobre los Kirchner en una tribuna política.
Este lunes, en la apertura de sesiones, cuando ambos hablen tal vez despejen todas las dudas que sobrevuelan esta columna.

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