miércoles, junio 10, 2009

Por la fiscalización, De Narváez convoca a los peronistas vetados

(La Política On Line). El empresario está convocando de nuevo a varios dirigentes peronistas, incluso de segunda y terceras líneas, que quedaron afuera de las listas. Se muestra arrepentido por vetarlos y pide una mano en el control de los comicios “para ganarle a Kirchner”. Faltarían 20 mil fiscales. Insiste con los intendentes y hasta piensa en fiscalizar con cámaras y celulares.
Aunque suene a esta altura redundante y en estas horas esté preocupado por la persecución judicial en la causa por tráfico de efedrina, la obsesión de Francisco De Narváez es la fiscalización de los comicios.
La novedad, es que en los últimos días desde su bunker de la calle Báez, en Las Cañitas, lanzaron un plan de “mea culpa”: los convocan, mostrando arrepentido al empresario ante muchos “heridos” de sus listas, dirigentes peronistas que se quedaron afuera de la elección del 28 de junio, y les piden que ayuden con la fiscalización del comicio “para ganarle a Kirchner”.
En las oficinas de De Narváez manejan una encuesta que encendió, aún más, la alarma: el 65 por ciento de los bonaerenses cree que el domingo crucial va a haber fraude. Hoy, el candidato de Unión PRO salió a recorrer el conurbano con un mensaje conciliador hacia los dirigentes locales. Hace cosa de quince días que llaman a muchos –incluso gente de peso, como Osvaldo Mércuri- para que apoyen su candidatura en el control de las urnas.
No es casual: La Política Online hace tiempo viene siguiendo la fuerte bronca que quedó en muchos dirigentes que trabajaron en la campaña de De Narváez y que, tras recibir infinidad de promesas, fueron vetados y no les permitieron, siquiera, ir con colectoras.
Pero no apunta sólo a la gente con dominio territorial. La convocatoria llega a dirigentes de segunda y tercera línea, con un mensaje claro. “Me equivoqué, les pido perdón, ahora ayúdenme a fiscalizar la elección para ganarle a Kirchner”, pide en resumen.
En las estimaciones propias, calculan estar 3 puntos debajo del patagónico.
Cuando contabilizan los votos que pueden perder por fraude, le suman cuatro puntos y la diferencia se extiende a siete. Por esto es que, en la desesperación, en las oficinas de Báez se escucharon ideas de las más insólitas, como fiscalizar con cámaras de televisión o con teléfonos celulares.La cuestión es que, atrapado, al frente Unión PRO de De Narváez le estarían faltando, a 19 días de la elección, cerca de 20 mil fiscales. Una cantidad prácticamente inalcanzable en menos de tres semanas.
En esta lectura es que aceleran los contactos con los intendentes, primicia que también dio este medio.
Creen, aunque resulte extraño, que de mostrarles a los mandatarios comunales una victoria sobre Kirchner no se animarían a validar el fraude en sus distritos. Claro está que un triunfo en terreno bonaerense catapultaría a De Narváez directamente a la lucha por la gobernación.Lo cierto es que, en le etapa más caliente de la campaña, van a profundizar la peronización de su candidatura, contra las recomendaciones de Jaime Durán Barba.

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