domingo, marzo 14, 2010

Celos y desconfianza entre la Primera y la Tercera

(La Tecla). NI UNOS, NI OTROS. Las dos secciones “fuertes” tienen diferencias históricas. Mientras la Tercera se muestra mancomunada y abroquelada tras el proyecto nacional, en la Primera hay diversos líderes con ejércitos propios.

Alberto Descalzo cacique de Ituzaingó firme junto a Kirchner
Abroquelados en la defensa del matrimonio presidencial, los 19 intendentes de la Tercera sección electoral del FpV-PJ juegan en bloque. No pasa lo mismo en la Primera, donde hay 18 peronistas al mando. Históricamente, la región norte del Conurbano apareció más dispersa que la sur, y la actualidad no es la excepción.

“Los intendentes de la Primera tenemos que juntarnos un poco más y discutir para solucionar problemas en común; debemos tener más diálogo, aunque tampoco es cierto que no haya contactos, hay una relación cordial”, comenta uno de ellos a este medio.

Además, aparecen diferencias entre las dos secciones, con actos y acciones motorizadas por la Tercera, donde los colegas de más arriba no aportan o lo hacen a través de comunicados y solicitadas.

En un desglose grosero se podría ubicar a Hugo Curto como uno de los más defensores de los K. Hay quienes consideran que lo del hombre fuerte de Tres de Febrero es una convicción arraigada en el peronismo más puro. “Hay un conductor y hay que seguirlo”.

En una línea similar estaría Raúl Othacehé, aunque la relación entre el hombre de Merlo

y Curto no es precisamente de amistad. Othacehé tiene como aliados a Juan Carlos Caló (Las Heras), Juan Delfino (Suipacha) y Gustavo Coronel (General Rodríguez); además de ser amigo del diputado Jorge Varela, esposo de Stalla Maris Giroldi (Campana).

Curto es amigo del vicegobernador y titular del PJ provincial, Alberto Balestrini. No pueden decir lo mismo Othacehé y c(Ituzaingó). Descalzo, presidente de la FAM de la Provincia y una de las principales espadas K en la Primera, se molestó cuando no ganó la postura de colocar al diputado Horacio González como titular del Congreso del PJ de diciembre. Para que José María Díaz Bancalari se quedara con esa silla, fue fundamental el apoyo de la Tercera sección y de algunos intendentes de la Primera, como Curto.

Aseguran que para reencuadrar a Descalzo, el Gobierno nacional actuó rápido, con un acto en Ituzaingó, en el que abundaron los anuncios. De parar enojos saben mucho en el mundo K. También a Othacehé habrían complacido con la aprobación de una universidad en su distrito.

Luis Acuña (Hurlingham) tiene contactos con todos, pero le gusta moverse con cierta soledad. Algunos lo ven como un hombre siempre dispuesto a mostrarse prescindente de jefes mayores. Su ambivalente relación con Juan José Alvarez le deja un flanco abierto en la intendencia, donde no se vio con buenos ojos una reunión que Juanjo mantuvo a so-las con Kirchner, y en la cual habrían acercado posiciones. Además, el diputado nacional andaría con ganas de hacer correr en la ca-rrera de la intendencia a su hijo.

Desde José C Paz y Malvinas Argentinas se apuntalaría a Joaquín De la Torre (San Miguel), quien está complicado con fuertes tormentas internas en su municipio. El referente de José C. Paz, Mario Ishii, se distanció de varios colegas suyos, sobre todo de Descalzo, después haberlos acusado de ser responsables de la derrota de Kirchner en junio de 2009, por haber jugado presuntamente a dos puntas.

Es un secreto a voces que en la Primera, muy por abajo y en las sombras, se gesta una especie de poskirchnerismo. Se señala a Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas) como el mentor de la maniobra. En realidad, Jesús nunca estuvo cerca de Kirchner, y -junto a Massa- omitió aparecer en la última solicitada de apoyo al Gobierno, rubricada por los demás jefes comunales de la sección, que en ésta sí aparecieron juntos.

Se dice que a Cariglino, en su salida del mundo K, podrían acompañarlo otros colegas. Nadie por el momento quiere hacerse cargo.

No necesariamente los cuestionadotes de Kirchner están en sintonía con un declarado rebelde de la zona, el intendente de Tigre, Sergio Massa; algunos lo ven como la posible cabeza del poskirchnerismo en la Prime-ra, pero los ortodoxos siguen sin digerirlo demasiado. De acuerdo a la visión de un legislador provincial conocedor de esos pagos, “su imagen de yuppie no encaja muy bien con el peronismo que encarnan los muchachos”.

Es buena la relación que Massa tiene, por ejemplo, con popes de distritos vecinos,

como Osvaldo Amieiro (San Fernando) o Sandro Guzmán (Escobar). El primero también con una relación aceitada con Curto y defensor del Gobierno nacional. Guzmán está en la postura de los más jóvenes, aunque sin sacar los pies del plato.

Otro de los históricos, Humberto Zúccaro (Pilar), tiene buen diálogo con el ex jefe de Gabinete nacional, pero no cree que sea el tiempo de andar yéndose a ninguna parte.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿de frazzetta, el pibe corrupto amigo del intendente de Escobar? ¿no sabe nada?