jueves, junio 10, 2010

Bullrich echó al director de Educación Media y desató polémica

(La Política OnLine). Aunque el ministro de Educación porteño aseguró que el desplazamiento de José Aserrat estaba vinculado a los hechos de violencia que se dieron en la escuela de Balvanera, el ahora ex funcionario insistió en que le pidieron la renuncia porque se negó a firmar el cierre de divisiones en Escuelas Medias de la Ciudad.
Después de los episodios de ayer en una escuela de Blavanera, el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, explicó que como consecuencia de lo ocurrido decidió separar de su cargo al director de Enseñanza Media, José Aserrat, e iniciar un sumario a la directora de la escuela en la que se generaron los disturbios, María Sorace. El director en cuestión, sin embargo, dio su versión y sostuvo que su desplazamiento estaba previsto desde hacía 15 días, cuando anunció que no firmaría el cierre de divisiones en escuelas públicas porteñas.
"Lo que pasó, en verdad, es que yo les anticipé que no firmaría el inminente cierre de divisiones en escuelas medias de la Ciudad, que quieren aplicar prontamente", dijo Aserrat y desestimó que su desplazamiento esté vinculado a los incidentes en la protesta por falta de gas en el Liceo 10, de Balvanera.
El ahora ex funcionario afirmó que fue "notificado hace pocos días que en dos semanas se iban a cerrar grados y divisiones de escuelas primarias y secundarias de la Ciudad por no cumplir el mínimo de alumnos requeridos, y que se iban a fusionar y anexar", y agregó que él "había anticipado que no lo iba a hacer".
Según el titular de la cartera educativa, la medida respondió a que Aserrat no notificó a las autoridades acerca de la protesta de los alumnos, donde se generaron los incidentes sobre la avenida Jujuy.
"Lo que pasó, en verdad, es que yo les anticipé que no firmaría el inminente cierre de divisiones en escuelas media de la Ciudad, que quieren aplicar prontamente", dijo Aserrat, un especialista en educación media de reconocida trayectoria que asumió en su cargo a inicios del 2009.
El supervisor que tendrá a su cargo la dirección del Liceo por 60 días asume con dos misiones principales: normalizar la Cooperadora y supervisar el trabajo del Consejo de Convivencia que deberá evaluar el comportamiento de los alumnos agresores y eventualmente adoptar sanciones.
Respecto de la directora del establecimiento, María Sorace, “se abrirá un sumario para evaluar su responsabilidad en todos los eventos” ocurridos el martes que desembocaron en el corte de la avenida Jujuy y los posteriores hechos de violencia.
“Mucha información que ayer utilizaron la directora y los alumnos es información falsa. La escuela tiene gas y las estufas funcionan, pero hoy nos enteramos, lo cual va a llevar a una medida adicional, que hubo actos de vandalismo: estufas que ayer andaban, hoy no anduvieron”, puntualizó.
Bullrich lamentó los episodios de intolerancia ocurridos en los últimos días y subrayó que la política del Gobierno porteño en materia educativa “es primero garantizar la autoridad de los docentes y luego mantener el orden y el respeto a las normas de convivencia”.
En ese sentido informó que así como la semana pasada el Ministerio acompañó a una maestra de la escuela Enrique Pestalozzi (Parque de los Patricios) a radicar una denuncia penal contra la madre de un alumno que la agredió, hoy hizo lo propio con el hombre que ayer recibió una golpiza por parte de alumnos del Liceo 10 cuando intentaba atravesar un piquete para llevar a su hijo a la escuela.
“Nada justifica la agresión”, enfatizó el Ministro en una conferencia de prensa que ofreció en el Palacio Municipal para dar a conocer las medidas que adoptó el Gobierno porteño ante estos hechos.
Esa Junta emitirá un dictamen no vinculante del cual el Ministerio podrá determinar ya fuere una sanción menor, la suspensión o la expulsión.
En ese último caso, Bullrich aclaró que si algún alumno fuese desafectado del establecimiento no quedará marginado del sistema educativo público de la Ciudad sino que será reubicado en otro colegio.
Bullrich precisó que se ha detectado una subejecución de recursos disponibles por 75.000 pesos por parte de la Cooperadora desde 2007 y explicó que ese dinero correspondiente a Subsidios de Mantenimiento podría haber sido utilizado para mejoras edilicias.
Anticipó que toda obra nueva o refacción que se realicen en los establecimientos serán verificadas y cuantificadas por un escribano público, habida cuenta que las estufas que ayer irradiaban normalmente en el Liceo 10 hoy estaban inoperables.
“No puede ser que las cosas que se hacen se terminen rompiendo. El control será también responsabilidad de los directores de las escuelas”, añadió.

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