jueves, octubre 28, 2010

Argentina llora. Por Margarita Pécora.

“Cuando se muere en brazos de la patria agradecida, la muerte acaba y comienza al fin, con el morir, la vida”.La sensación de orfandad por la pérdida física de Néstor Kirchner, tiene un antídoto en el legado que deja en manos de una mujer que no cabe dudas, ratificará el modelo que él comenzó . Lo tiene también, en el río humano que desfila y llora frente a su féretro en La Rosada, cuya fachada es, desde ayer, un virtual santuario tapizado de banderas, flores y mensajes de fuerza a Cristina. Está en la presencia de los mandatarios latinoamericanos Evo, Chávez, Correa, Piñera, Lula, Mujica, Lugo, Santos, y otros que llegan para despedir a un gran líder integracionista.
El abrazo de Maradona a Cristina: todo un símbolo.
El impacto por la muerte de Néstor Kirchner ha producido en muchos argentinos una profunda conmoción mezcla de “bronca y desconsuelo de perder a una figura que –como dijera el cardenal Bergoglio “cargó sobre sus hombros la unción de todo un pueblo”.
La banderías políticas impusieron una tregua de respeto y echaron a un lado las diferencias para “sacarse el sombrero” ante el hombre que parte, luego de haber labrado el destino de una Argentina distinta, donde se puede hablar de democracia, de igualdad de derechos humanos y de justicia social.
Hoy 2 mil efectivos resguardan la seguridad de los cientos de miles de argentinos que sin hacer un alto en su labor, desfilan durante dos días frente al cuerpo del “pingüino” que así consintió que le nombraran por su origen patagónico.
Allí van a decir adiós al hombre que se le plantó al FMI y sorprendió al mundo con un pago que saldó viejas cuentas y lavó la dignidad de la nación. Allá van a despedir al paciente porfiado, que no le importaron sus “coronarias”, si primero estaba la pasión por cumplir el compromiso con su pueblo”. Al hombre que nunca estuvo ausente de la conducción del país y que además en una corta gestión al frente de la UNASUR cosechó una importante gestión mediadora e integracionista con los países en conflicto.
Bien dijo Chávez cuando se enteró de la trágica noticia y con su proverbial lenguaje exclamó: ¡Ay mi querida Cristina...¡Cuánto dolor! ¡Qué gran pérdida sufre la Argentina y Nuestra América! ¡Viva Kirchner para siempre!".De este modo, la palabra “pérdida” quedó acuñada en el sentir de los hombres de la región.
“Representa una gran pérdida para la República de Argentina y para todos los países de América del Sur- habría expresado Sebastián Piñera.
La partida de Néstor Kirchner, soldado de la política, deja sin embargo a una mujer en la trinchera, que en medio del dolor, está viviendo el asombro por el incalculable número de argentinos –los que ya estaban y los que hoy despertaron para sumarse y acompañarla en la continuidad de un modelo hasta las últimas consecuencias”, pero seguros de la fortaleza de carácter, la integridad moral y las convicciones políticas de la peronista que hoy pierde al esposo y al compañero con quien formaba una sólida unidad de gestión política.
(Fuente: Agencia Comunas).

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