sábado, junio 11, 2011

El kirchnerismo quiere borrar a Rachid de la lista de candidatos pero no puede

Luego del escándalo que sacudió al Inadi, el Frente para la Victoria porteño quiere sacarse de encima a quien ocupa el cuarto lugar de la nómina kirchnerista en la Ciudad. Pero sólo podrá hacerlo si ella renuncia a su postulación. El efecto dominó en Avellaneda que afecta al sabbatellismo.

Mientras intenta asimilar el golpe del caso Sergio Schoklender, el kirchnerismo porteño tiene que atravesar un nuevo foco de conflicto en la campaña previa a las elecciones del próximo 10 de julio. El escándalo que terminó con la intervención del Inadi por parte de un decreto de la propia presidenta, repercute de manera directa en la lista del Frente para la Victoria.

Es que la hasta hoy vicepresidenta del organismo contra la discriminación, María Rachid, que renunció poco antes de que Claudio Morgado se despidiera de su cargo, ocupa el cuarto lugar de la lista de legisladores en la boleta de Daniel Filmus.

Rachid llegó a ese lugar por ser la ex titular del la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT) y una de las defensoras a ultranza de la ley de matrimonio gay. Y su lugar es entendido como de privilegio, ya que la boleta de Filmus traccionará lo suficiente para que hacerla ingresar a la Legislatura.

Eso mismo generó bronca en otros dirigentes, principalmente del PJ, que tras la intervención de Carlos Zannini en el armado de la lista de legisladores quedaron relegados a ubicaciones en las que no tienen asegurado el pasaje al cuerpo deliberativo.

Si la posición de Rachid junto a dirigentes de La Cámpora que ganaron espacio ya era cuestionada por algunos sectores del kirchnerismo y el justicialismo porteño, el escándalo del Inadi le echó más leña al fuego y envalentonó a aquellos que hoy están pidiendo que la polémica dirigente se baje.

La situación de Rachid es complicada, puesto que no sólo perdió el cargo sino que ya no tiene el apoyo de la comunidad homosexual, que le daba sustento para sus aspiraciones políticas. Muy por el contrario, como explicó LPO, la hasta hoy funcionaria fue víctima de una “macumba” del movimiento afro.

Pero lo que es aún peor, es que Rachid ya no contará con el apoyo de su principal respaldo: el del jefe de gabinete Aníbal Fernández. Como pudo saber este medio, Aníbal está furioso y ya no le atiende el teléfono. No le perdona el momento de zozobra que le hizo pasar, puesto que él mismo tuvo que ir a pedirle la renuncia esta mañana por pedido de la propia Cristina.

Tampoco cayó bien que en medio del escándalo, Rachid continuara publicando comentarios en su Twitter, del estilo “Me acerque a la politica para luchar contra la discriminación y la desigualdad. No para esto”.

No está todo dicho

Más allá de este panorama desalentador para Rachid, el kirchnerismo que desearía deshacerse rápidamente de la carga de sostener a una candidata sumida en el escándalo, no la tiene tan fácil.

Es que la única alternativa que queda es que la propia Rachid decida renunciar a su candidatura. De lo contrario, deberán soportar su presencia en la lista, por más que la propia Cristina haya ordenado separarla de las fotos de campaña.

“Ya están oficializadas las listas y los padrones, no podemos hacer nada”, resumieron a La Política Online desde el entorno de uno de los candidatos del Frente para la Victoria.

El temor de los kirchneristas porteños no radica solamente en que Rachid decida permanecer como candidata. Lo que más les preocupa es lo que pueda hacer después. “Sin base y ya sin compromiso político con Aníbal, es casi seguro que arma un monobloque o peor, se pasa a otro bloque”, advierten.

Sabbatella de rebote

Con el escándalo entre Morgado y Rachid, el Frente para la Victoria no es el único perjudicado. Este medio explicó que uno de los focos de conflicto entre ambos ex funcionarios hacía epicentro en la figura del todavía director de Políticas contra la Discriminación, Emiliano Ramírez.

La propia Rachid, con su desmentida por Twitter del griterío de ayer, blanqueó que la gota que rebalsó el vaso fue la pelea por la situación de este funcionario.

Ramírez había sido desplazado del organismo por Morgado, pero Rachid, que le arrebató la conducción del directorio, lo había ascendido a un puesto en el que le sirvió como brazo ejecutor para algunas decisiones cuestionadas dentro y fuera del Instituto.

Los trabajadores del Inadi nucleados en ATE denunciaron días atrás que Ramírez los obligaba a asistir a actos disfrazados de jornadas de capacitación, amenazando con descontarles el día a quienes se ausenten.

Y como pudo saber este medio, el polémico funcionario –que supo ser el secretario privado de María José Lubertino en su paso por el Instituto–, acumulaba entre 14 y 18 denuncias ante el ministerio de Trabajo por maltratos y “persecución”. Como pudo saber LPO, las denuncias contra Ramírez llegaron incluso a las manos de Cristina Kirchner.

Rachid desplazó de sus cargos, a través de Ramírez, a Alex Freyre, integrante del primer matrimonio gay del país y candidato a legislador porteño por el kirchnerismo y a la esposa de Diego “Chavo” Fucks, entre otras medidas que generaron un estado de temor dentro de los empleados del organismo.

La particularidad del caso de Ramírez radica en que es precandidato a intendente de Avellaneda por Encuentro por la Democracia y la Equidad, el partido de Martín Sabbatella.

Desde la mesa del sabbatellismo provincial señalaron a este medio que aún no está definida la candidatura del EDE en Avellaneda, aunque admitieron que Ramírez es el presidente del partido.

En tanto que desde el entorno de Ramírez dijeron a LPO que “no hay nada cerrado” respecto de su candidatura, aunque trascendió que su postulación podría venirse abajo luego del escándalo del Inadi. Si eso pasa, el candidato del EDE podría ser el ex dirigente de Independiente, Alberto Fernández Arzuaga o Silvia Garófalo, ambos integrantes de la mesa provincial del sabbatellismo. (La Política OnLine).

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