viernes, septiembre 23, 2011

El desembarco de Slim en la nueva banda ancha abre otro frente en la pelea con Clarín

El grupo Claro, perteneciente al multimillonario Carlos Slim, presentó esta semana un nuevo servicio de internet de 50 megas. El empresario mexicano tiene una relación estrecha con la Rosada. El grupo Clarín respondió ofreciendo un producto similar a través de Fibertel. Las movidas anticipan la pelea de los medios del futuro: televisión por internet.
En la última semana irrumpieron en los diarios avisos a página entera anunciando dos productos de la nueva generación de banda ancha, con Claro ofreciendo la friolera de 50 megas y Fibertel 30 para consumo residencial. Pero detrás de lo que parece una evolución natural de la provisión de internet se estaría incubando la pelea de los medios del futuro y acaso otro capítulo en la guerra del Gobierno con Clarín.
Por un lado, Fibertel salió al mercado con un servicio de 30 megas por fibra óptica que estará disponible en los principales centros urbanos del país. La promoción abarca Capital Federal, el Conurbano, Campana, Zárate, La Plata, Santa Fe, Rosario, Córdoba, Paraná y Mar del Plata. Desde la empresa del grupo Clarín, confirmaron a LPO que la propuesta exigió una inversión de 150 millones de pesos y una planificación de cuatro años.
El servicio denominado Fibertel Evolution, es el producto inicial del sistema Wideband, que según explicaron desde la compañía a LPO, escalará hasta los 150 megas.
Mientras que en la vereda de enfrenta, Claro, la compañía de telefonía celular del super millonario méxicano Carlos Slim, ofreció un servicio de 50 megas. Sin embargo en este caso la oferta sólo estará disponible en algunas localidades del Conurbano (Tres de Febrero, Morón, Vicente Lopez, Avellaneda y Berazategui).
Las razones que motivan a las empresas a brindar este nuevo servicio es la demanda por anchos de banda cada vez mayores que surgen a partir de la proliferación de notebooks, netbooks, ipads, smart tv, consolas de juego, y celulares con conexión simultánea a internet. Además de las múltiples tareas que realizan los usuarios a través de la red (denominado multitasking, por las numerosas ventanas abiertas al mismo tiempo).
Entre los numerosos usos que tanto las empresas como consumidores utilizan y demandan conexiones de banda cada vez más anchas, están los videos online y películas y series on demand (como Netflix o OnVideo de Telefónica) o las que pueden verse directamente desde las páginas web (como la famosa Cuevana). Además, los diarios incluyen en sus páginas web cada vez más videos, se está incrementando el uso de utilidades que están en "la nube" y juegos en red.
Este fenómeno de “convergencia” según los especialistas en el tema, lleva a que en un futuro se utilice una misma red para diversos servicios como teléfono, televisión por cable o internet, entre otros. Y además no es descabellado imaginar que con estos anchos de banda se pueda ver televisión online sin problemas y con alta definición.
De hecho, Fibertel ya está desarrollando para lanzar en el 2013 la IT Television, o sea, televisión por internet como ya existe en Estados Unidos. Se trata de pagar por los contenidos y luego verlos en el dispositivo que se prefiera, cuando se quiera: "Anytime, Anywhere".

Las nuevas tecnologías y la pelea con Clarín
El dueño del poderoso grupo empresarial dentro del que se encuentra Claro es el magnate mexicano Carlos Slim, considerado el hombre más rico del mundo y de estrechas relaciones con la casa Rosada. De hecho, su principal asesor es el mítico dirigente peronista Juan Manuel Abal Medina, padre del actual Secretario de Comunicación Pública y creador de la secretaría de inteligencia mexicana durante su exilio en ese país.
Pero la pregunta es si a través de esta red de alta velocidad que Slim está desarrollando con su marca Claro, en el futuro podría distribuir contendidos propios, lo que los especialistas coinciden será el negocio del futuro.
A partir de una modificación en la nueva ley de medios introducida por diputados de centroizquierda, las empresas telefónicas quedaron imposibilitadas de comprar cables. Sin embargo, con este ancho de banda, se abren nuevas posibilidades y estos grupos podrían tener sus propias redes de emisión de contenidos, a través de un atajo que pemitiría la nueva ley de medios: presentarían el contenido como “información” que se transmite por la fibra óptica como ocurre actualmente con los datos que fluyen por la web.
En ese sentido, esta posible expansión podría coincidir con la pretensión del gobierno de plantarle competidores al Grupo Clarín, acaso apostando a que la televisión por internet siga ampliándose. De hecho, el grupo kirchnerista Electroingeniería ya lanzó al mercado el canal de televisión oficialista 360, que se emite exclusivamente para ver por la web.
Si bien hasta el momento al abarcar la movida de Claro sólo cinco localidades en el Conurbano no parece próxima una “guerra” por el mercado, los especialistas no descartan que la compañía pueda expandirse a un ritmo notable. Porque si bien el desarrollo de una red de fibra óptica es muy costoso, si hay alguien en el mercado glibal que tiene espaldas financieras para dar esa pelea, ese es el mexicano Slim.
En ese sentido, Enrique Carrier, de la consultora Carrier & Asociados, aseguró a LPO que el grupo empresarial en caso de interesarse por el negocio de la televisión por cable incluso “podría comprar algunos operadores”.
De hecho, Claro es una empresa que está levantando su perfil en Latinoamérica con una agresiva política de expansión regional. En la última semana, Brasil sancionó una nueva ley de medios audiovisuales en la que el grupo de Slim salió fuertemente beneficiado permitiendo su crecimiento en el negocio del cable.
Sin embargo, desde Fibertel por ahora le quitan dramatismo a la competencia. En diálogo con LPO explicaron que la promoción de Claro “no tiene ni punto de comparación” con la que proponen desde el grupo Cablevisión.
“Es otra envergadura de proyecto. El producto de Claro es para un grupo muy reducido de gente, no va a ser masivo y tiene una cobertura muy limitada, sólo a algunos barrios del Gran Buenos Aires”, agregaron.
De cualquier manera, se cuidaron de reiterar un viejo reclamo: la necesidadd e una regulación del sector que equilibre las diferencias de tamaño entre los jugadores del sector. "Nosotros no podemos competir con telefónicas que tienen 8 veces nuestro tamaño, el Estado tendría que regular para equilibrar esas diferencias".
Y citan como ejemplo la política regulatoria que llevó adelante Estados Unidos donde se protegió a los cables, poniéndole un límite a la expansión de las telefónicas. (La Política OnLine).

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