miércoles, octubre 05, 2011

Qué hay detrás del paro docente en la Ciudad


Las escuelas porteñas no abrieron hoy por una disputa entre el gobierno de la Ciudad y los gremios de puro corte político. El macrismo busca quitar la influencia de los sindicatos en la designación de los maestros. La visita de Esteban Bullrich a la Legislatura.


Los 300 mil chicos que concurren a las escuelas públicas porteñas hoy no tuvieron clases hoy porque los docentes estuvieron de paro, el primero del año. La medida de fuerza no tuvo origen, como ocurre generalmente, en un reclamo salarial, sino que esconde una disputa del Gobierno con los gremios.


Como sucede pocas veces, 15 de los 17 gremios docentes de la Ciudad se pusieron de acuerdo para no dar clases en repudio a un proyecto que el macrismo presentó el viernes en la Legislatura.


Esta iniciativa busca eliminar las 14 Juntas de Clasificación y Disciplina, de 9 miembros cada una, que se encargan de la inscripción, selección y designación de los docentes. Y las reemplaza por una única Oficina Única de Clasificación Docente, que será controlada por una Junta de Disciplina integrada por 12 docentes.


Desde el macrismo sostienen que el proyecto modernizar el proceso de puntuación de los educadores que hace que asciendan en el escalafón docente. Es que como se indica en el texto que lleva la firma de unos 9 legisladores del PRO, la Oficina Única “dispondrá de un sistema vía Internet que clasificará de manera automática los datos ingresados por el propio docente al sistema”.


El mismo artículo de la ley establece que los datos para la clasificación serán públicos, transparentes y deberán garantizar una pronta inscripción, permitiendo a los docentes alcanzar la titularidad en el menor tiempo posible.


"Es un despropósito que 300 docentes que son los que integraban las 14 juntas estén leyendo legajos en vez de dar clases, para una función que ahora la va a cumplir una máquina”, fue la primera defensa que hizo del proyecto el ministro de Educación, Esteban Bullrich.


Para controlar a la Oficina Única, se creará la “Junta de control de la clasificación y designación docente”, que estará integrada por 12 representantes electos de los sindicatos y agrupaciones docentes de la ciudad.


Esta junta deberá intervenir en aquellos casos donde el docente requiera su participación en cuanto a la conformidad del puntaje definitivo. Desde los gremios sostienen que esa junta funcionará como un “tribunal de alzada” pero no influirá en la designación de los docentes.


La auditoría
Los gremios esgrimen que el gobierno de Mauricio Macri busca con esta maniobra designar los miembros a dedo. Desde el macrismo aducen lo contrario: que se busca quitar la influencia sindical en la designación de los maestros, para que sean los propios docentes, sin intermediarios, quienes se encarguen de elegir a los maestros porteños.


Como argumento, el macrismo maneja los resultados de una auditoría que se hizo en las Juntas en 2009, que arrojó resultados negativos en cuanto al funcionamiento de estos organismos.


Entre otras cosas, la auditoría encontró que los legajos de los docentes ni siquiera se encuentran foliados y que hay docentes inscriptos en más de una junta, con un legajo en cada una de ellas.


Según el informe, esto genera la utilización de mayor espacio físico para su archivo, que el docente deba presentar la misma documentación en cada uno de los legajos abiertos y diferencias en el puntaje asignado por las Juntas a un mismo docente para una misma materia.


Más allá de estas irregularidades, el PRO busca quitarle la incidencia que tienen los gremios en el proceso de designación, por eso se desató la “guerra” –catalogada así por algunos legisladores– que terminó con el paro de hoy.


La diputada macrista Victoria Morales Gorleri, una de las autoras del proyecto, fue una de las pocas que se atrevió a admitir que el PRO va contra los gremios en este asunto. En diálogo con LPO, Morales Gorleri señaló que la influencia de los gremios en la designación de los docentes “se les quita en algún punto porque ahora va a ser un órgano dentro del ministerio de Educación el que organice el sistema, pero con una transparencia tal que el docente sepa de antemano qué titulo le corresponde”.


“Si soy profesor de música me corresponde de 0 a 20 puntos y eso es igual para mí o el de UTE; el docente podrá inscribirse y hacer un seguimiento él mismo de su expediente”, afirmó la diputada y agregó que “es cierto que la designación no va a estar más en las manos de los gremios, también es cierto que van a tener un rol importante en cuanto al control”.


En tanto que Bullrich, que estuvo cuatro horas escuchando y respondiendo preguntas de los legisladores de la oposición, fue más cauto y dijo a LPO tras la reunión que “quiero creer que los gremios no tienen influencia en la designación; se tienen que resolver los concursos no por influencia del gremio sino siguiendo el estatuto”.


Por el contrario, el legislador kirchnerista Francisco “Tito” Nenna, que supo ser el titular de UTE, el gremio docente más grande de la Ciudad, señaló a este medio que el proyecto significa “no solamente para los gremios sino para la comunidad educativa la destrucción y la eliminación de los órganos de cogobierno en donde no sólo se designan a los docentes para su ingreso sino para su ascenso”.


“Estamos dispuestos a discutir el mejoramiento y la informatización de las juntas de clasificación pero no su eliminación”, indicó Nenna.


La defensa Bullrich
El paro tuvo como corolario una movilización hacia la Legislatura, en la que se pudo ver a manifestantes del PO y kirchneristas de la JP. Mientras, el ministro Bullrich escuchaba las preguntas de los legisladores de la oposición e incluso del oficialismo, en la reunión de comisión de Educación que se extendió por cuatro horas en el caluroso y repleto Salón Montevideo del Palacio Legislativo. Por la manifestación, la Legislatura estuvo vallada, lo que valió las críticas de la oposición.


La reunión se dio en un clima que nunca perdió la tensión –hubo que socorrer a una persona que se desmayó– por la presencia de dos bandos bien definidos de docentes. Unos repudiaban cada palabra del ministro y de los legisladores del PRO como así también burlaban a aquellos docentes que pedían la palabra para mostrarse a favor del proyecto macrista. Otros aplaudían las intervenciones del titular de la cartera de Educación y hacían callar a los del otro bando.


Antes de la participación de los legisladores, hubo una gran cantidad de oradores pertenecientes al público. Uno de ellos fue el secretario general de UTE, Eduardo López, que dijo que quería una modernización pero manteniendo las juntas y luego lanzó una polémica definición: “Los poderes ejecutivos tienen que estar en lo que es Salud, Educación y Justicia lo menos posible”, lanzó.


Cuando llegó el turno de los legisladores, se produjeron los primeros chisporroteos entre el ministro y los legisladores. Es que en la comisión de Educación hay cuatro diputados de la oposición que pertenecen a los gremios: Nenna, Delia Bisutti, Laura García Tuñón y María Elena Naddeo.


Unos nueve legisladores pidieron la palabra y todos los opositores no sólo anticiparon su rechazo al proyecto sino que plantearon que ni siquiera piensan tratarlo. Los diputados cruzaron chicanas con Bullrich a lo largo de toda la reunión.


Macri vs. Ibarra
Bullrich tuvo varios cruces con el ibarrista Eduardo Epszteyn, que le pidió a los gritos que dejara de defender la gestión de Macri comparándola con la de Aníbal Ibarra.
“Nos fuimos del gobierno hace 5 años”, dijo en un momento Epszteyn. Como se escuchó un grito desde el público aclarando que “los echaron", el diputado estalló en ira y gritó: "sí, nos echaron ustedes".
Luego de que Nenna hablara en nombre de “diez mil compañeros” que estaban manifestándose afuera, Bullrich le lanzó una chicana: “si afuera hay 10 mil docentes nosotros sacamos el 80 por ciento”, asestó el ministro.
En su discurso final, Bullrich prometió que hará cumplir las elecciones de las 14 juntas del próximo 3 de noviembre. Aunque si el proyecto llega a aprobarse, habrá un proceso de readecuación que terminaría con la existencia de esos organismos.
Por las dudas, los gremios amenazan con parar otra vez cuando el proyecto se trate en la sesión. (LA Poítica OnLine).

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