viernes, septiembre 07, 2012

De Narváez, Massa, Scioli: ¿Hay equipo?

El referente de Unión Celeste y Blanco no oculta sus intenciones de juntar al gobernador provincial y al intendente de Tigre y entre los tres formar un frente peronista antikirchnerista. La posición de cada uno de los sectores.
Por ahora, cada uno atiende su juego, pero sigue con suma atención el juego de los otros dos. Aunque no lo hagan demasiado explícito, Scioli, Massa y De Narváez comenzaron con el armado de cara a las legislativas de 2013, elecciones que muchos señalan como trascendentales para el futuro de la política argentina. Haciendo caso a esto último, el Colorado no oculta sus intenciones de juntar al gobernador provincial y al intendente de Tigre y entre los tres formar un frente peronista antikirchnerista.

“Si conseguimos ganar en 2013, Cristina no va a lograr la mayoría en el Congreso para ir por la re-re en 2015”, confiesa a La Tecla una fuente cercana al denarvaísmo, que también reconoce que ir de la mano de Scioli y Massa es, hoy por hoy, la única posibilidad de sumar que tiene De Narváez. “Si ellos aceptan (por Scioli y Massa), Francisco no tiene problemas de ir tercero o cuarto en una hipotética lista de diputados; si no, primero o nada”.

En medio de los rumores de reuniones y de las públicas invitaciones del máximo referente de Unión Celeste y Blanco, también aparecieron las contundentes negativas del sciolismo y el massismo. Aunque los denarvaístas aseguren que Massa y Scioli tampoco pueden solos y que Cristina no los va a elegir como sus candidatos (y si los elige -dicen- los va a bajar al poco tiempo), éstos prefieren el silencio. Mejor dicho, jugar en silencio.

“Arman, hacen la suya, pero sin levantar demasiado la perdiz”, expresa un legislador cercano a la Rosada. En este sentido, el de no decir demasiado, Baldomero Alvarez de Olivera negó cualquier tipo de encuentro con el denarvaísmo, aunque la gente del Colorado insista en que Cacho fue uno de los que estuvieron en la reunión que se hizo en la casa de Mónica López. “No sé cómo le da la cara para negarlo. Que diga que se habló de fútbol, por lo menos”, comentan, entre risas.

Massa se animó a más y no le tembló la voz para señalar que “los que hablan del 2013 están al pedo y no tienen ninguna responsabilidad de gobierno”, en clara referencia a De Narváez. Eso, al menos, confiaron a este medio desde su entorno. Sin ir más lejos, el cuñado del ex jefe de Gabinete, el sanisidrense Sebastián Galmarini, afirmó a través de Twitter que “De Narváez dice que quiere a Massa en su espacio. Debe ser para que baje un po-co en las encuestas”.

Por su parte, el intendente de General Villegas, Gilberto Alegre, otro de los principales alfiles de Massa, expresó que “en el massismo no estamos en ningún armado político por fuera de la estructura del oficialismo”, y negó, al igual que Cacho alvarez, cualquier tipo de reunión en la que hayan estado, además de gente de su sector, representantes del sciolismo y el denarvaísmo. “Por ahora no se la va a jugar, tiene miedo; juega de manera ambigua y deja a todos contentos”, dicen, con bronca, desde UCyB.

La gente de Massa cree estar segura de la no necesidad de contar con De Narváez, pero sí buscan una proximidad con Scioli. En ese sentido, resaltan que “posiblemente las jugadas que en-care el tigrense van a depender de lo que haga Scioli; en el camino va a haber muchas idas y vueltas”, y tampoco descartan una eventual ruptura de Scioli con el kirchnerismo, lo que llevaría al ahora mandamás bonaerense como candidato a Presidente en 2015 y a Massa como postulante a la Gobernación.

Pero el de Tigre no se apura. Y tampoco dejó atrás “el incumplimiento” de Scioli en 2011. “En estos momentos están en instancia de acercamiento, venciendo la desconfianza que se tienen”, aseveran desde el massismo, aunque hacen hincapié en que “la relación de ellos es muy antigua, se conocen mucho y se tienen a tiro con el handy”. “Todo el mundo los quiere juntos”, comentan tanto en un sector como en el otro, y, resaltando el “por ahora”, destacan que “son parte del oficialismo”.

La estrategia de Scioli, tal como se informó en la edición pasada, es, en la previa, exigir no menos de cuatro lugares en la lista de diputados nacionales y un equilibrado armado seccional para la Legislatura. El plan A es acordar kirchneristas y sciolistas, pero no descartan la ruptura en caso de ser dejados de lado a la hora de decidir. Eso se va a saber desde antes, y por eso es que no se pierde contacto con nadie. “Contengan a Francisco”, suele pedir Scioli a los suyos, sin descuidar la nueva buena relación con Massa.

No es momento de dar pasos en falso. Eso lo saben los tres protagonistas de esta historia. El único que está afuera del proyecto es De Narváez, y por eso va a fondo, sin miramientos. “No tiene nada que perder”, comenta un allegado a la Gobernación. En tanto, el abanico de Scioli y Massa es bastante más amplio. Además de las encuestas, tienen a favor que juegan desde adentro. Hasta ahora les conviene quedarse ahí. El tiempo dirá qué es lo mejor para ellos. En caso de romper (uno o los dos), el Colorado los estará esperando con los brazos abiertos. (La Tecla).

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