miércoles, enero 16, 2013

La Cámpora presiona a Scioli para que sea candidato testimonial

El kirchnerismo duro acrecienta la presión contra el gobernador bonaerense. Insistiendo en que ratifique su "compromiso con el proyecto", ahora le plantearon la posibilidad de que compita en las legislativas de octubre. En la gobernación, dicen que “es una locura”.


El tire y afloje entre el kirchnerismo y el sciolismo continúa con las declaraciones cruzadas de los referentes de uno y otro lado en los medios, pero también tiene lugar en ámbitos de negociación que están lejos del ojo público. Por ejemplo, en un cena entre dirigentes que reportan a la Casa Rosada y a la Gobernación.

Según el diario Ámbito Financiero, el pasado fin de semana hombres del peronismo bonaerense compartieron una comida que terminó con un planteo sorprendente. Allí, surgió la idea de que Daniel Scioli encabece la lista de diputados nacionales, reeditando la estrategia que ideó Néstor Kirchner en 2009 con las candidaturas testimoniales. Incluso, se habló de que Gabriel Mariotto ocupe el segundo lugar.

Uno de los hombres que participó de esa cena es el secretario administrativo del Senado bonaerense, Juan Manuel Pignocco. Más allá de la cercanía que tiene con Mariotto por su cargo y de haber sido asesor del ministro sciolista Alejandro Arlía, Pignocco responde directamente a La Cámpora. En especial, al vicepresidente de la Cámara de Diputados de la Provincia, José Ottavis. El año pasado, logró ubicar a su esposa, Vanesa Piesciorovski, como directora del Correo Argentino, en una maniobra digitada para quitarle el control a Julio de Vido.

Pignocco habría sido el vocero de la estrategia de presión que elaboró la agrupación que maneja Máximo Kirchner. Uno de los que lo escuchó fue el anfitrión, Marcelo Sosa, subsecretario de Asuntos Municipales del Ministerio de Gobierno, que dirige Cristina Álvarez Rodríguez.

La maniobra camporista pretende “apurar” una definición del sciolismo de cara a las legislativas. Obligarlo a Scioli a una maniobra que podría costarle muy cara. Incluso, alguno de los presentes soñó con que el ex motonauta se mude al Congreso y le deje vía libre a Mariotto. 

Pero también esconde una falencia: el kirchnerismo no tiene un candidato confiable para ganar en la provincia, pese a que Alicia Kirchner está en campaña. Además, revela la desconfianza de La Cámpora sobre la ministra de Desarrollo Social, con quien mantiene una silenciosa disputa.

Respecto al apriete a Scioli, fuentes de la gobernación bonaerense le dijeron a LPO que no hay ninguna posibilidad de que ponga su nombre en las boletas del Frente para la Victoria. “De ninguna manera va a aceptar ser candidato testimonial. Además, la sociedad no lo aceptaría. Es una locura”, dijo un funcionario en off.

Está claro que más allá de la conversación de sobremesa entre Pignocco, Sosa y compañía, al kirchnerismo lo exaspera la cautela de Scioli. Por eso, algunos de sus “soldados” lo presionaron con declaraciones para que se "defina", una típica estrategia K.

En los últimos días, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, ha tenido varios cruces con Scioli o miembros de su administración por temas como transporte o coparticipación. Además, le reclamó públicamente que si "tiene diferencias, las exprese" y dijo que "no es lo mismo tener diferencias intrascendentes que diferencias de fondo". "Hay que preguntarle a él si es parte del proyecto", remató en otra entrevista.

En el mismo sentido se expresó la diputada Diana Conti. "Nosotros pensamos que él no sostendría la lucha contra el establishment. Tenemos dudas, por eso es importantísimo que aclare las diferencias, para que nos dé la chance de elegirlo", afirmó. 

Otro de los voceros del kirchnerismo que presionó a Scioli es Horacio Verbitsky, con llegada directa a la presidenta. En su columna del pasado domingo en el diario Página/12, señaló que “Cristina volvió a dejar en claro que para colmar sus aspiraciones Scioli no tendrá otro remedio que enfrentarla. Eso es lo que le planteó en forma aún más explícita Néstor Kirchner en 2010. Y el gobernador no se animó”. 

En tanto, desde el sciolismo ya empiezan a plantarse frente la disputa que podría sobrevenir por los lugares en las listas. El jefe de Gabinete, Alberto Pérez, dijo en una entrevista con El Cronista Comercial que el gobernador necesita legisladores propios para mantener la gobernabilidad y aseguró que tendrá injerencia en el armado de las nóminas. Incluso, no descartó que reclamen la mitad de los espacios. 

Precisamente, en el entorno presidencial creen que esto podrá tener consecuencias, ya que sostienen que el armado de las listas podría ser la vía que encuentre Scioli para pegar el portazo y romper con el kirchnerismo, como hizo Hugo Moyano por la misma razón. El cristinismo piensa que el gobernador buscará victimizarse si no le dan los lugares que reclama, algo que muy probablemte suceda. (La Política OnLine).

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