miércoles, marzo 13, 2013

Procesaron a una mujer por no pagar 123 pesos a un taxista


Cámara del Crimen de la Ciudad de Buenos Aires confirmó el procesamiento de una pasajera de un taxi que escapó sin pagar el viaje y fue perseguida por el conductor del vehículo –durante casi todo un día- hasta que logró su detención. El episodio ocurrió el 21 de noviembre pasado cuando. La mujer se trasladó desde Carlos Pellegrini y Arroyo hasta Viamonte y Suipacha, siempre en la Capital Federal.

La pasajera de un taxi que escapó sin pagar el viaje y fue seguida por el conductor del vehículo casi todo un día hasta que logró su detención quedó procesada por el delito de "estafa", según una decisión de la Cámara del Crimen porteña, que la dejó cerca del juicio oral.

El episodio ocurrió el 21 de noviembre pasado cuando la mujer subió al taxi que conducía Marcelo Córdoba en Carlos Pellegrini y Arroyo, en el centro porteño, y le pidió viajar hasta Viamonte y Suipacha, lugar en el cual entró a un hotel y dejó al conductor esperándola con el reloj en marcha, sin pagar aún el traslado.

Según el fallo que confirmó su procesamiento, la mujer salió del hotel después de entre 25 y 40 minutos y cuando advirtió que el taxi seguía allí trató de escapar y fue seguida por el taxista hasta un local de "Western Union" y desde allí hasta un colectivo de la línea 17, al que subió.

El taxista avisó al conductor del rodado, que detuvo su marcha y la mujer fue aprehendida por un policía que estaba en la zona. La sala 6 de la Cámara del Crimen dio crédito a la versión del taxista y valoró el ticket que imprimió el viaje, con una deuda de 123 pesos.

Los camaristas Mario Filozof, Marcelo Lucini y Ricardo Pinto dieron por probado que la procesada “abordó el vehículo de alquiler que conducía el damnificado en Carlos Pellegrini y Arroyo de esta ciudad y le indicó que se dirigiera a Viamonte y Suipacha”.

En su defensa, la mujer dijo que tuvo intención de abonar el viaje, pero los jueces no le creyeron.

"De haber tenido la intención de abonar la contraprestación no se explica por qué en ningún momento manifestó al damnificado que carecía de dinero o buscó la manera de hacerlo”.

“La endilgada mientras notaba que Córdoba la seguía por distintas arterias de la ciudad, continuaba evadiéndolo, lo cual no se condice con la actitud de quien es ajeno a un episodio como el denunciado”, consideró la Cámara.

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